La peor experiencia en Querétaro,
la habitación no tenia un baño privado, solo le adaptaron en las esquinas una regadera y una taza de baño, tapados con un cristal y sobre unas tarimas que eran por donde se iba el agua.
La cual estaba verdaderamente sucia de residuos de mugre y jabón, hasta el espejo del improvisado tocador estaba asqueroso y manchado.
Parecía un cuarto de vecindad, sucio, con un olor muy desagradable, el cual no se notó al principio, cuando recibí la habitación, sino ya fue hasta la hora de dormir cuando el calvario comenzó.
Lo peor, fue pasar ahí la noche, de verdad, no usen este hotel!!
Aparte del calor que hacía dentro de la habitación, solo había un pequeño ventilador para mitigarlo.
La habitación estaba llena, invadida de mosquitos, los cuales durante toda la noche, no dejaron descansar, ya que las molestias fueron interminables.
Pero eso no fue lo peor, todavía hay más, el olor a cañería dentro de la habitación, era insoportable, no pudimos dormir porque no había forma de disiparlo, la habitación olía de verdad muy mal.
La sensación de estar dentro de una cañería y los mosquitos por la temporada de calor, fueron de verdad, una experiencia que no deseamos repetir.
Fue imposible dormir y descansar.
DE VERDAD, NO VENGAN A ESTE HOTEL!
No tiene nada de eco friendly, es una casa vieja que la quieren hacer pasar como hotel boutique, pero está cayéndose a pedazos y huele a cañería.
Quedamos muy decepcionados.
