La atención de los recepcionistas, perfecta. El hotel no está mal, la única está bastante bien. Pero los puntos malos han sido dos. El horario del desayuno, 7:30 a 9:30, creo que es la franja horaria más corta que he visto en hoteles, pero lo peor es que aún llegando a las 9 en punto. Solo quedaban huevos revueltos, salchichas y alubias con tomate. Nada de pastas, ni queso, ni bacon. Preguntar que por qué no hay más siendo las 9, y responder que ya es tarde. Al siguiente día ir a las 7:30, y ver que solo reponen una vez… en fin, creo que no vale la pena pudiendo desayunar más barato en cualquier sitio. Y por último, se rompió el ascensor y en todo el fin de semana, no se reparó. Nos dejaron usar el del servicio el día que nos fuimos, ya que desde el cuarto piso con carrito de bebé y maleta, era un poco de locos!!!